Como se dice ahora en muchas series y películas: basado en una historia real.
Érase una vez un pastor de cabras en la zona del pico Ocejón, Guadalajara, Sierra de la Tejera Negra,
que vivía solo en el aprisco con sus cornudos animales.
En medio de tanta soledad, fue perdiendo los dientes y muelas.
La falta de trato humano hizo que se manufacturara una prótesis con lo que tenía a su alcance.
Primero con el hule sacado de las tripas de una cabra y bien secado al sol, le fue dando forma
a lo que sería el paladar de su prótesis.
Recortando por aquí y retorciendo por allá vio que le encajaba satisfactoriamente.
Lo mismo hizo en la parte de abajo.
Recogiendo las piezas dentales que las cabras perdían o sacándoselas si pensaba que le irían
bien, empezó a colocarlas según su sabio entender.
Las juntaba con la forma de molares, colmillos e incisivos sujetándolas con finas lianas
conseguidas en el enorme campo en el que encontraba de todo.
Con una paciencia inaudita consiguió que todo aquello encajara.
Al final, en vez de comer sopas y caldos estrenó su dentadura con un buen cabrito asado
sazonado con todos los ingredientes de la zona.
Le supo a gloria bendita.
Años más tarde, ya en el mundo civilizado, decidió hacerse una de verdad, mas cómoda
y moderna.
El protésico que se la hizo se quedó alucinado de la maña que se había dado y de lo "bien"
hecha que estaba la confeccionada en el aprisco.
Y Colorín colorado la historia del pastor se ha terminado.
Espero que os haya gustado.
Dr. Robledo Torres.
Una historia real.
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